Quiénes no han pensado en darse una vueltita por la ofificina del cirujano plástico para que le hagan unos arreglitos por aquí, otros por allá…y por qué no quitarse unas libretas de grasa de encima para contornearse mucho más al gusto del espejo? Para muchos la respuesta es sí. Pues hoy quisiera concentrarme en darte algunas respuestas sobre el proceso post-quirúrgico que para muchas personas es un tema rebuscado y muchas veces confuso.
En Puerto Rico es algo que apenas está tomando auge ya que la costumbre es ir a realizarse el procedimiento y ya esperar las instrucciones del médico, que muchas veces no incluye el seguimiento estético. Esto debido a que, por el tipo de procedimiento que se permite realizar en Estados Unidos, la clase médica concuerda que el cuerpo está capacitado para recuperarse sin la necesidad de un tratamiento estético post y muchas veces existe el temor de una mala práctica que pueda interferir en la recuperación del paciente.
Pero y qué pasa con estos pacientes que están llegando del exterior con procedimientos mucho
más invasivos? Si ese fuese el caso, te cuento que es muy importante que tu esteticista esté avalada por una certifificación como profesional y sobre todo se haya capacitado adecuadamente para poder establecer una relación médico esteticista y así crear un seguimiento adecuado bajo el conocimiento y aceptación del cirujano. Esto hará que no comience un tratamiento de reducción o moldeo corporal habitual sino un tratamiento.
post-quirúrgico desinflflamatorio y preventivo que ayudará a mejorar la nutrición del tejido evitando
fifibrosis y/o edemas.
El tratamiento post-quirúrgico puede iniciarse inmediatamente luego de la intervención, sin embargo, muchas veces el paciente llega al centro de recuperación 10-15 días
después de la intervención.
Lo recomendado para disminuír el edema es el drenaje linfático manual (DLM).
El mismo, se compone de maniobras médico- estéticas. Es utilizado normalmente para mejorar
ciertas enfermedades pero luego de una cirugía estética es ideal para mejorar el aspecto de la
piel, los tejidos y la estética de la silueta. También ayuda a drenar los líquidos excedentes manteniendo el equilibrio hídrico de los espacios intersticiales. Evacua los desechos que provienen del metabolismo celular.
Liberando estos líquidos acumulados hacia la linfa, obtenemos así una regeneración de los tejidos.
El DLM es recomendado desde el día 0 hasta los próximos 20-25 días.
Una vez no se detecte líquidos retenidos en el cuerpo y sólo exista la inflflamación post- operatoria, es momento de utilizar el ultrasonido.
El ultrasonido tradicional produce un aumento en la circulación sanguínea en la zona tratada
debido en parte al efecto térmico y por la liberación de sustancias
vasodilatadoras.
A consecuencia de esto, favorece la activación del metabolismo local, mejorando la nutrición del
tejido, disminuyendo desechos y dejando permeable el tejido. Esto dará mayor elasticidad a las fifibras de la piel, mejorará la oxigenación del tejido evitando fifibrosis.
Hay que puntualizar que el trabajo ya el cirujano lo hizo en el quirófano.
No es contornear el cuerpo con tecnologías reductoras de grasa. La esteticista solo estará ayudando a que el cuerpo desinflflame y recupere más rápida y saludablemente sin
riesgos de complicaciones.
Recuerda, que será indispensable la utilización de fajas de contención las cuales irán desde suaves a más rígidas con el pasar del tiempo. Su función es facilitar la adherencia de la piel con los tejidos subyacentes.También ayudará a prevenir la formación de seromas y por supuesto ayuda a moldear la zona tratada.
Es así que el cuidado de la cirugía no termina en el quirófano sino que se extiende un poco más con el cuidado estético para obtener el mejor resultado posible.